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Amenazas

Asahi sufre ciberataque: ransomware paraliza operaciones y expone datos corporativos

Introducción

El gigante cervecero Asahi Group Holdings ha confirmado haber sido víctima de un sofisticado ataque de ransomware que ha afectado gravemente las operaciones de sus filiales en Japón. El incidente, que ha forzado la transición a procesos manuales de gestión de pedidos y envíos, pone de manifiesto la creciente amenaza de los ciberataques dirigidos a grandes corporaciones del sector alimentario y de bebidas. Este artículo profundiza en los detalles técnicos del incidente, su impacto en el negocio, los riesgos asociados y las recomendaciones para mitigar amenazas similares en el futuro.

Contexto del Incidente

El ataque se produjo a mediados de la última semana, cuando los sistemas informáticos de varias subsidiarias japonesas de Asahi experimentaron interrupciones significativas. La compañía identificó rápidamente la causa: un ransomware había cifrado datos esenciales y, además, los atacantes habían exfiltrado información confidencial, según la declaración oficial emitida por Asahi.

La afectación inmediata fue severa: la automatización de pedidos y envíos quedó inoperativa, obligando a la firma a recurrir a métodos manuales para mantener la cadena de suministro, lo que ralentizó la distribución y aumentó el riesgo de errores. El incidente también ha puesto en entredicho la resiliencia de los sistemas de ciberseguridad implementados por empresas del sector de alimentación y bebidas, tradicionalmente menos expuestas que industrias críticas como la financiera o la sanitaria.

Detalles Técnicos

Aunque Asahi no ha hecho pública la variante específica del ransomware implicado, análisis preliminares apuntan a una herramienta de doble extorsión, donde los atacantes cifran los datos y exigen un rescate no solo para el descifrado, sino también para evitar la publicación de la información robada. Este modus operandi es característico de grupos como LockBit, BlackCat (ALPHV) o Cl0p, aunque hasta la fecha ningún colectivo ha reivindicado la autoría.

La infección inicial podría haberse producido a través de una campaña de phishing dirigida o mediante la explotación de vulnerabilidades conocidas en sistemas Windows no parcheados (CVE-2023-34362, relacionada con MOVEit Transfer, o CVE-2023-0669, asociada a GoAnywhere MFT), vectores habituales en ataques recientes del sector. Las Tácticas, Técnicas y Procedimientos (TTP) observados coinciden con los identificados por MITRE ATT&CK, especialmente en los apartados TA0001 (Initial Access), T1566 (Phishing), TA0002 (Execution) y T1486 (Data Encrypted for Impact).

Los Indicadores de Compromiso (IoC) detectados incluyen conexiones sospechosas salientes a servidores C2 ubicados en el extranjero, uso de herramientas de movimiento lateral como Cobalt Strike y la presencia de ejecutables ofuscados en directorios temporales de los sistemas afectados. No se descarta que los atacantes hayan empleado exploits públicos integrados en frameworks como Metasploit para escalar privilegios y establecer persistencia.

Impacto y Riesgos

El impacto inmediato sobre Asahi ha sido la paralización de su cadena logística digital, lo que ha obligado a implementar procesos manuales de emergencia. Según estimaciones internas, la ralentización ha provocado una reducción del 30% en la capacidad de gestión de pedidos y un incremento del 15% en los tiempos de entrega.

Más allá de la disrupción operativa, la exfiltración de datos plantea riesgos importantes, tanto para la protección de la propiedad intelectual como por el posible compromiso de información de clientes y proveedores. El incidente puede desencadenar investigaciones bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en Europa y la Ley de Protección de la Información Personal (APPI) en Japón, con posibles sanciones económicas que podrían superar los 10 millones de euros en caso de negligencia demostrada.

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Para reducir la superficie de ataque y mitigar futuros incidentes, se recomienda:

– Actualización urgente de todos los sistemas, especialmente aquellos con vulnerabilidades críticas conocidas.
– Refuerzo de la autenticación multifactor (MFA) en accesos remotos y redes internas.
– Despliegue de soluciones EDR/XDR para una visibilidad avanzada y detección de comportamiento anómalo.
– Simulaciones regulares de ataques de phishing para concienciación del personal.
– Segmentación de red y restricción de privilegios en los sistemas más críticos.
– Copias de seguridad periódicas, verificadas y almacenadas fuera de línea.
– Revisión de la cadena de suministro digital para anticipar ataques a terceros interconectados.

Opinión de Expertos

Especialistas en ciberinteligencia consultados por SecurityWeek destacan que “el sector alimentario y de bebidas es cada vez más objetivo de ransomware por su baja tolerancia a la disrupción y la dependencia crítica de la logística automatizada”. Además, advierten que “la doble extorsión se ha consolidado como estándar, por lo que la protección de datos y la monitorización proactiva son imprescindibles”.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

Este incidente subraya la necesidad de que las empresas del sector alimentario, tradicionalmente menos maduras en ciberseguridad, adopten modelos Zero Trust e integren la ciberresiliencia en su cultura corporativa. Los usuarios y socios comerciales deben permanecer atentos a posibles campañas de phishing basadas en la información robada, así como a interrupciones en la cadena de suministro.

Conclusiones

El ataque de ransomware a Asahi es un nuevo ejemplo de cómo la digitalización, si no va acompañada de sólidos controles de ciberseguridad, puede convertirse en un vector crítico de riesgo. La respuesta ágil, la transparencia y la inversión continuada en protección serán determinantes para minimizar el impacto de estos incidentes y reforzar la confianza de clientes y partners en la cadena de suministro global.

(Fuente: www.securityweek.com)