Cloudflare frena un ataque DDoS récord de 7,3 Tbps contra un proveedor de hosting
Introducción
A principios de mayo de 2025, Cloudflare anunció la mitigación de un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS) de dimensiones sin precedentes, alcanzando un pico de 7,3 terabits por segundo (Tbps). El objetivo fue un proveedor internacional de servicios de alojamiento web cuya identidad no ha trascendido por motivos de seguridad. Este incidente marca un nuevo hito en la escala y sofisticación de los ataques DDoS, consolidando una tendencia creciente en la agresividad de este tipo de amenazas y planteando desafíos significativos para las infraestructuras críticas y los equipos responsables de la ciberdefensa.
Contexto del Incidente
El ataque, que tuvo lugar a principios de mayo de 2025, se inscribe en una ola de ofensivas DDoS de alta capacidad que, durante el último año, han crecido tanto en frecuencia como en volumen. Cloudflare, como proveedor líder de servicios de mitigación DDoS, reportó que el ataque estuvo dirigido a saturar los recursos del proveedor de hosting a través de una avalancha coordinada de tráfico malicioso, con la clara intención de interrumpir la disponibilidad de sus servicios y causar daños reputacionales y económicos.
La ofensiva supera en más de un 30% el anterior récord público de DDoS, que databa de 2023 y se situaba en torno a los 5,4 Tbps. El ataque fue detectado y neutralizado en cuestión de minutos, evitando así un impacto mayor para el objetivo y los clientes alojados en sus infraestructuras.
Detalles Técnicos
El ataque fue de tipo volumétrico, aprovechando múltiples vectores simultáneos, entre los que destacan:
– **UDP Floods:** Tráfico masivo UDP dirigido a puertos expuestos, saturando el ancho de banda disponible.
– **Amplificación y reflexión DNS y CLDAP:** Uso de servidores vulnerables para multiplicar el volumen de tráfico enviado al objetivo (factor de amplificación superior a x50).
– **HTTP/2 Rapid Reset:** Técnica que explota la gestión de conexiones en HTTP/2 para agotar recursos de los servidores web.
– **Explotación de CVE-2023-44487:** Vulnerabilidad en HTTP/2 que permite ataques de tipo Rapid Reset, referenciada en el framework MITRE ATT&CK bajo la técnica T1499 (Endpoint Denial of Service).
Según los informes técnicos de Cloudflare, el tráfico malicioso se originó desde una botnet compuesta por más de 30.000 nodos distribuidos globalmente, incluyendo recursos comprometidos en múltiples ISP y proveedores de nube pública. Indicadores de compromiso (IoC) recopilados por Cloudflare apuntan a la utilización de herramientas automatizadas y scripts personalizados, con evidencia de integración en frameworks de ataque como Mēris y variantes de Mirai.
Impacto y Riesgos
De haberse completado con éxito, un ataque de estas características podría haber dejado fuera de servicio a cientos de sitios y aplicaciones críticas, afectando la disponibilidad y la integridad de los datos de miles de usuarios y clientes empresariales. Los riesgos asociados incluyen:
– Pérdidas económicas directas estimadas entre 300.000 y 2 millones de euros por hora de inactividad, según el sector y el tamaño de la empresa afectada.
– Posibles incumplimientos regulatorios en materia de continuidad y disponibilidad de servicios, especialmente bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y la Directiva NIS2.
– Efectos colaterales en infraestructuras interconectadas o dependientes del proveedor atacado.
Medidas de Mitigación y Recomendaciones
Cloudflare empleó múltiples capas de defensa para contrarrestar el ataque, incluyendo:
– Filtrado automático de tráfico en el edge mediante reglas personalizadas y aprendizaje automático.
– Despliegue de scrubbing centers geodistribuidos para absorber el pico de tráfico.
– Bloqueo selectivo de rangos IP y patrones identificados como maliciosos.
– Coordinación con ISPs para cortar el tráfico en origen.
Los profesionales de ciberseguridad deben:
– Revisar la arquitectura de red, priorizando la segmentación y redundancia.
– Implementar soluciones anti-DDoS de última generación con capacidad de respuesta automatizada.
– Mantener inventarios actualizados de activos y servicios expuestos.
– Monitorizar logs y tráfico en tiempo real para detectar anomalías tempranas.
– Actualizar sistemas y aplicar parches para vulnerabilidades conocidas, como CVE-2023-44487.
– Preparar planes de respuesta a incidentes específicos para ataques volumétricos.
Opinión de Expertos
Especialistas en ciberseguridad consultados destacan la creciente profesionalización de los atacantes, que recurren a botnets cada vez más distribuidas y resilientes. “El aumento de ataques DDoS por encima de los 5 Tbps será cada vez más frecuente, especialmente con la expansión de IoT y la disponibilidad de recursos cloud mal protegidos”, señala Marta Leal, CISO de una multinacional tecnológica. Además, se subraya la necesidad de colaboración entre proveedores de servicios, ISPs y organismos reguladores para compartir inteligencia sobre amenazas y coordinar respuestas a gran escala.
Implicaciones para Empresas y Usuarios
El incidente pone de manifiesto la importancia de incluir la resiliencia ante DDoS en el diseño de infraestructuras críticas. Las organizaciones deben considerar la protección anti-DDoS como una prioridad estratégica, no solo técnica. La adopción de servicios de mitigación en la nube y la integración de inteligencia de amenazas en tiempo real son pasos clave para reforzar la postura defensiva.
Para los usuarios finales, la principal consecuencia es la potencial pérdida de acceso a servicios esenciales, además de la posible exposición de datos si los atacantes aprovechan la distracción del ataque para realizar acciones secundarias (p. ej., exfiltración o ransomware).
Conclusiones
El ataque DDoS de 7,3 Tbps mitigado por Cloudflare redefine los límites de la ciberseguridad defensiva y plantea nuevos retos para los equipos responsables de la protección de infraestructuras y servicios críticos. La sofisticación, escala y automatización de estas ofensivas exigen una evolución constante de las estrategias de defensa, la colaboración sectorial y la inversión en tecnologías adaptativas. Ignorar la amenaza DDoS ya no es una opción para ninguna organización con presencia digital relevante.
(Fuente: www.bleepingcomputer.com)
