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Amenazas

El mal uso de la inteligencia artificial: una amenaza emergente para la seguridad corporativa

Introducción

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito empresarial está redefiniendo los modelos operativos y de negocio, impulsando desde la automatización de procesos hasta la optimización de la toma de decisiones. Sin embargo, la rápida adopción de estas tecnologías, a menudo sin un marco de control robusto, está generando nuevas superficies de ataque y riesgos sistémicos para las organizaciones. Así lo advierte el último Security Report Iberia 2025 elaborado por Check Point® Software Technologies Ltd., que alerta sobre el impacto potencial del uso indebido de la IA en el ecosistema corporativo y su papel como vector de sofisticación en las amenazas cibernéticas actuales.

Contexto del Incidente o Vulnerabilidad

El informe de Check Point pone de manifiesto que, durante el último año, el 48% de las empresas españolas ha experimentado incidentes de seguridad vinculados directa o indirectamente al uso de herramientas de inteligencia artificial. El crecimiento exponencial de modelos generativos como GPT-4, Copilot y Gemini, junto con plataformas de automatización basadas en machine learning, ha propiciado que tanto actores legítimos como adversarios adopten la IA para sus propios fines.

Este nuevo panorama se caracteriza por la dificultad de identificar y mitigar las amenazas que emanan de sistemas autónomos, capaces de aprender, adaptarse y ejecutar campañas maliciosas con una escasa intervención humana. En particular, las técnicas de ingeniería social automatizada, la generación de malware polimórfico y la manipulación de datos a través de modelos adversariales están ganando protagonismo en la cadena de ataque.

Detalles Técnicos

El uso malicioso de IA presenta múltiples vectores de ataque, entre los que destacan:

– **Deepfakes y phishing avanzado**: Se han documentado campañas de spear phishing asistidas por IA (T1566.001 según MITRE ATT&CK), donde los atacantes emplean modelos generativos para crear correos y voces sintéticas extremadamente convincentes.
– **Generación automatizada de malware**: Herramientas como WormGPT o scripts adaptados para Metasploit permiten la creación de payloads que evaden las firmas tradicionales de antivirus mediante técnicas de ofuscación aprendidas por IA.
– **Ataques a modelos de IA (Model Poisoning)**: Surgen nuevas vulnerabilidades, como la manipulación de conjuntos de datos de entrenamiento (Data Poisoning, T1586.001), donde los adversarios alteran los resultados del modelo, afectando negativamente a los procesos de decisión automatizados.
– **Exposición de datos sensibles**: Casos recientes han evidenciado la filtración de información confidencial a través de prompts mal diseñados en chatbots empresariales, aumentando el riesgo de incidentes de fuga (CVE-2023-34362, ejemplo de vulnerabilidad en plataformas de IA con procesamiento de datos no autorizado).
– **Uso de frameworks ofensivos**: Se observa una integración creciente de IA en frameworks como Cobalt Strike y Metasploit, facilitando la automatización de reconocimiento (reconnaissance), explotación y movimiento lateral en entornos corporativos.

Los Indicadores de Compromiso (IoC) asociados con estos ataques incluyen patrones anómalos en el tráfico de red, generación masiva de contenido automatizado, y cambios inesperados en los modelos de comportamiento de usuarios (UEBA).

Impacto y Riesgos

El impacto para las organizaciones es significativo tanto en términos económicos como de reputación. Según Check Point, el coste medio de un incidente vinculado al uso malicioso de IA en España supera los 980.000 euros, sin contar las posibles sanciones derivadas del incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y la inminente Directiva NIS2.

Los principales riesgos identificados incluyen:

– Pérdida de propiedad intelectual y datos confidenciales.
– Disrupción de servicios críticos mediante ataques automatizados.
– Daño reputacional por campañas de desinformación o suplantación de identidad.
– Incremento de la superficie de ataque y dificultad para la detección temprana.

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Para atenuar estos riesgos, los expertos recomiendan adoptar un enfoque multicapa, que incluya:

1. **Evaluación de riesgos específica para IA**, considerando tanto los modelos desplegados como las cadenas de suministro de datos.
2. **Implementación de controles de acceso y auditoría** en plataformas de IA, limitando el uso de modelos generativos a personal autorizado y monitorizando la actividad mediante soluciones de UEBA.
3. **Despliegue de herramientas de seguridad adaptativas** que integren capacidades de detección de anomalías y respuesta automatizada ante incidentes.
4. **Formación y concienciación periódica** para empleados y administradores de sistemas sobre los nuevos vectores de ataque habilitados por IA.
5. **Actualización continua de políticas de compliance** para alinearse con las exigencias de GDPR y NIS2, especialmente en lo referido a la protección de datos y gestión de incidentes.

Opinión de Expertos

Líderes del sector como Mario García, director general de Check Point Iberia, subrayan que “la IA es una herramienta de doble filo: su potencial transformador es equiparable al nivel de amenaza que supone si cae en malas manos”. Asimismo, desde el INCIBE, se insiste en la necesidad de “fortalecer la resiliencia de los modelos de IA y establecer marcos de validación continua para evitar su manipulación”.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

Las implicaciones para las empresas abarcan desde la revisión de sus estrategias de ciberseguridad hasta la adaptación de sus procesos de negocio. El uso responsable de IA será clave para mantener la confianza de clientes y socios, mientras que los usuarios finales deben ser conscientes de la posibilidad de interactuar con sistemas manipulados o suplantados mediante IA. La integración de inteligencia artificial en los SOC y la colaboración con equipos de respuesta a incidentes (CSIRT) se perfilan como tendencias clave para mitigar los riesgos emergentes.

Conclusiones

La inteligencia artificial está redefiniendo tanto la defensa como el ataque en el ámbito de la ciberseguridad corporativa. Su uso indebido, sin los controles adecuados, expone a las empresas a amenazas cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar. La anticipación, la formación y la actualización constante de las medidas de seguridad serán determinantes para afrontar esta nueva era de riesgos cibernéticos.

(Fuente: www.cybersecuritynews.es)