El ransomware Play triplica sus víctimas: cerca de 900 organizaciones comprometidas hasta mayo de 2025
Introducción
El grupo de ransomware Play ha intensificado su actividad de manera alarmante, según la última actualización realizada por el FBI en conjunto con la CISA y el Australian Cyber Security Centre. El número de organizaciones afectadas por esta amenaza ha ascendido a aproximadamente 900 en mayo de 2025, triplicando la cifra reportada en octubre de 2023. Este incremento no solo evidencia la sofisticación y persistencia de la banda, sino que también pone de manifiesto la necesidad urgente de reforzar las estrategias defensivas de las empresas, especialmente en sectores críticos y servicios esenciales.
Contexto del Incidente
Play ransomware, detectado inicialmente en junio de 2022, ha mantenido una evolución constante en sus tácticas, técnicas y procedimientos (TTP). El grupo, que opera bajo un modelo de Ransomware-as-a-Service (RaaS), ha centrado sus ataques principalmente en entidades gubernamentales, infraestructuras críticas, empresas del sector sanitario, educativo y organizaciones privadas de todo el mundo. El salto de alrededor de 300 víctimas a casi 900 en menos de dos años refleja una clara profesionalización y escalabilidad del grupo.
Cabe destacar que la estrategia de Play se ha orientado no solo hacia la cifrado de datos, sino también hacia la exfiltración y publicación de información sensible, aumentando la presión sobre las víctimas para que accedan al pago del rescate. Esta doble extorsión se ha consolidado como un vector dominante en el panorama actual del ransomware.
Detalles Técnicos
Las campañas de Play se caracterizan por el uso de múltiples vectores de ataque. Según la actualización de la alerta conjunta, las técnicas observadas incluyen:
– **CVE explotadas**: Los operadores han aprovechado vulnerabilidades conocidas como CVE-2023-20269 (Cisco ASA/FTD VPN), CVE-2023-0669 (GoAnywhere MFT), y CVE-2023-34362 (MOVEit Transfer), todas ellas ampliamente explotadas en los últimos meses.
– **Acceso inicial**: Uso de credenciales comprometidas, ataques de fuerza bruta, RDP expuestos y spear phishing.
– **Ejecución de payloads**: Implantación de Cobalt Strike, Meterpreter y herramientas nativas de Windows (Living-off-the-Land, LOLBins) para el movimiento lateral y la elevación de privilegios.
– **TTP de MITRE ATT&CK**:
– TA0001 (Initial Access): Phishing, explotación de servicios públicos expuestos.
– TA0002 (Execution): Uso de scripts PowerShell y ejecutables personalizados.
– TA0005 (Defense Evasion): Borrado de registros, desactivación de soluciones EDR/AV.
– TA0006 (Credential Access): Dumping de credenciales con Mimikatz.
– TA0011 (Command and Control): Comunicación cifrada y persistencia mediante backdoors personalizados.
– **Indicadores de compromiso (IoC)**: Dominios y direcciones IP asociadas a la infraestructura de Play, hashes de archivos maliciosos y patrones de cifrado característicos (extensión .PLAY en archivos cifrados).
Impacto y Riesgos
El impacto de Play ransomware resulta especialmente preocupante por su enfoque en sectores estratégicos. El cifrado y la exfiltración de datos han provocado interrupciones operativas, pérdidas económicas significativas y afectación reputacional. Según estimaciones recientes, el coste medio de recuperación tras un ataque de Play se sitúa en torno a 1,2 millones de euros, incluyendo pagos de rescate y gastos asociados a la remediación.
Además, la publicación de datos robados en portales de leak expone a las organizaciones a sanciones regulatorias bajo normativas como el GDPR y la inminente NIS2, especialmente en lo relativo a la notificación de incidentes y la protección de datos personales.
Medidas de Mitigación y Recomendaciones
Las autoridades recomiendan adoptar un enfoque de defensa en profundidad, incluyendo:
– Actualización inmediata de todos los sistemas y aplicaciones vulnerables, especialmente los afectados por las CVE explotadas por Play.
– Segmentación de redes y restricción de accesos remotos (RDP, VPN).
– Implementación de autenticación multifactor (MFA) en todos los accesos críticos.
– Monitorización activa de logs y detección de actividad anómala, priorizando la búsqueda de TTP asociadas a Play.
– Copias de seguridad periódicas, almacenadas fuera de línea, y pruebas regulares de restauración.
– Formación continua de usuarios para evitar ataques de phishing y spear phishing.
Opinión de Expertos
Analistas de amenazas y responsables de seguridad consultados coinciden en que Play ha logrado escalar su modelo operativo gracias al aprovechamiento de vulnerabilidades de día cero y la rápida adopción de tácticas de doble extorsión. “La automatización de ataques y el uso de infraestructura cloud para el despliegue de payloads está facilitando la expansión global de Play. Su capacidad de adaptación representa una amenaza significativa incluso para entornos bien protegidos”, señala un CISO de una empresa del IBEX 35.
Implicaciones para Empresas y Usuarios
Para las empresas, el auge del ransomware Play implica la necesidad de reforzar los programas de gestión de vulnerabilidades y respuesta a incidentes. El cumplimiento de la NIS2, que entrará en vigor en octubre de 2024, exigirá a las entidades no solo protegerse, sino también demostrar diligencia en la notificación y gestión de incidentes. El riesgo reputacional y las posibles sanciones regulatorias hacen imprescindible una estrategia integral que combine prevención, detección y respuesta.
Conclusiones
La escalada del ransomware Play supone un desafío creciente para la ciberseguridad corporativa. La sofisticación de sus campañas, el aumento exponencial de víctimas y el impacto económico y regulatorio subrayan la urgencia de adoptar medidas proactivas y colaborativas entre el sector público y privado. La resiliencia frente al ransomware no es opcional, sino un imperativo estratégico para la continuidad de negocio y la protección de los activos más críticos.
(Fuente: www.bleepingcomputer.com)
