Los hogares inteligentes sufren una media de 29 ataques IoT diarios, según informe de Bitdefender y NETGEAR
Introducción
La proliferación de dispositivos conectados en los hogares inteligentes ha transformado de manera irreversible el panorama de la ciberseguridad residencial. Según el último informe sobre el panorama de la seguridad IoT 2025, elaborado por Bitdefender en colaboración con NETGEAR, los dispositivos IoT (Internet of Things) en los hogares modernos se enfrentan a una media de 29 intentos de ataque diarios. Este dato, resultado de una monitorización exhaustiva de millones de dispositivos, refleja el aumento exponencial del interés de los actores maliciosos en explotar vulnerabilidades en un entorno doméstico cada vez más digitalizado.
Contexto del Incidente o Vulnerabilidad
El informe de Bitdefender y NETGEAR destaca que la adopción de dispositivos IoT —como cámaras IP, asistentes virtuales, termostatos inteligentes, smart TVs y cerraduras conectadas— se ha acelerado un 20% anual en los últimos tres años. Este crecimiento, impulsado por la demanda de comodidad y automatización, ha dado lugar a una superficie de ataque sin precedentes, compuesta por dispositivos que, en muchas ocasiones, carecen de actualizaciones de firmware, mecanismos de autenticación robustos o segmentación de red adecuada.
Los investigadores señalan que el 48% de los dispositivos conectados en hogares europeos sigue utilizando contraseñas por defecto, mientras que un 32% no cuenta con cifrado en las comunicaciones. Estas carencias técnicas convierten a los hogares en objetivos atractivos para campañas de explotación automática, incluidas botnets IoT como Mirai, Mozi y Gafgyt, que continúan evolucionando y ampliando su arsenal de exploits.
Detalles Técnicos
El informe detalla cómo la mayoría de intentos de intrusión se ejecutan mediante escaneo automatizado en busca de servicios expuestos (SSH, Telnet, HTTP/HTTPS) y la explotación de vulnerabilidades conocidas (CVE). Entre los vectores de ataque más frecuentes se encuentran:
– Explotación de CVE-2023-1389 (TP-Link Archer AX21) y CVE-2022-22965 (Spring4Shell), ambos explotables de forma remota.
– Ataques de fuerza bruta dirigidos a interfaces web de routers y cámaras IP.
– Uso de exploits integrados en frameworks como Metasploit y Cobalt Strike para la ejecución de payloads y establecimiento de shells inversos.
– Tácticas y técnicas MITRE ATT&CK identificadas: T1046 (Network Service Scanning), T1210 (Exploitation of Remote Services), T1021.001 (Remote Services: SSH), T1078 (Valid Accounts).
En cuanto a Indicadores de Compromiso (IoC), los investigadores señalan la detección de tráfico inusual hacia dominios de comando y control (C2), presencia de archivos sospechosos en directorios temporales y cambios en las configuraciones de red.
Impacto y Riesgos
El impacto de estos ataques es significativo tanto a nivel individual como global. Se estima que el 37% de los dispositivos IoT infectados pasa a formar parte de botnets utilizadas para lanzar ataques DDoS, campañas de spam o minería de criptomonedas. El informe calcula que los incidentes de seguridad en hogares inteligentes han crecido un 60% en el último año, generando pérdidas económicas estimadas en 1.600 millones de euros en la región EMEA.
Desde una perspectiva de cumplimiento normativo, la falta de protección adecuada en dispositivos IoT puede suponer graves incumplimientos de GDPR y la inminente Directiva NIS2, que amplía las obligaciones de ciberseguridad para infraestructuras críticas, incluidas aquellas de carácter residencial interconectado.
Medidas de Mitigación y Recomendaciones
Bitdefender y NETGEAR recomiendan a los profesionales del sector adoptar un enfoque de defensa en profundidad, incluyendo:
– Segmentación de red (VLANs o redes WiFi separadas para dispositivos IoT).
– Actualización regular de firmware y desactivación de servicios innecesarios.
– Uso de contraseñas robustas y autenticación multifactor cuando sea posible.
– Monitorización continua del tráfico de red y detección de anomalías (NDR, IDS/IPS).
– Implementación de soluciones de seguridad embebidas en el gateway doméstico, capaces de bloquear automáticamente conexiones sospechosas y notificar en tiempo real.
– Formación y concienciación de los usuarios finales sobre la gestión segura de sus dispositivos conectados.
Opinión de Expertos
Sergio Martín, CISO de una multinacional tecnológica, señala: “El informe evidencia que la seguridad de los hogares inteligentes ya no es un asunto menor ni exclusivo del consumidor final. Las empresas deben considerar el riesgo que supone la interconexión entre entornos residenciales y profesionales, especialmente en escenarios de teletrabajo”.
Por su parte, Ana Fernández, analista SOC, apunta: “El volumen y automatización de los ataques IoT obliga a revisar nuestras estrategias de detección y respuesta. Herramientas como honeypots y la integración de feeds de inteligencia de amenazas específicos para IoT son ya imprescindibles en cualquier SOC moderno”.
Implicaciones para Empresas y Usuarios
La frontera entre la red corporativa y la doméstica se ha diluido, especialmente tras la expansión del teletrabajo. Un compromiso en un dispositivo IoT residencial puede ser el punto de entrada para ataques más sofisticados, como el movimiento lateral hacia servidores de empresa, exfiltración de datos sensibles o incluso ransomware dirigido.
Para las empresas, el cumplimiento de GDPR y NIS2 exige garantizar la protección de datos personales —y, por extensión, de los dispositivos desde los que se accede a recursos corporativos—. Los responsables de seguridad deben auditar la exposición de su personal remoto y establecer políticas de acceso seguro desde dispositivos IoT.
Conclusiones
El informe de Bitdefender y NETGEAR pone de manifiesto la urgencia de reforzar la seguridad en el ecosistema IoT residencial. El volumen y sofisticación de los ataques, unido a la carencia de medidas básicas de protección, convierte a los hogares inteligentes en el nuevo campo de batalla para la ciberseguridad. Adoptar estrategias proactivas, tanto a nivel técnico como de concienciación, será clave para mitigar riesgos en un contexto regulatorio cada vez más exigente.
(Fuente: www.cybersecuritynews.es)
