Nueva herramienta «EDR killer» evoluciona y es utilizada por ocho grupos de ransomware
Introducción
El panorama de amenazas está presenciando una preocupante evolución en las tácticas de los actores de ransomware, con la aparición de una nueva herramienta de evasión de defensas que representa un salto cualitativo respecto a predecesores como EDRKillShifter. Este «EDR killer», atribuido al grupo RansomHub, ha sido detectado en operaciones de al menos ocho grupos de ransomware distintos, lo que pone de relieve tanto su eficacia como la rapidez con la que las herramientas ofensivas se difunden en los mercados clandestinos. El avance de estas técnicas pone en jaque los controles EDR (Endpoint Detection and Response) y obliga a los equipos de ciberseguridad a reevaluar sus estrategias defensivas.
Contexto del Incidente o Vulnerabilidad
La proliferación de ransomware sigue siendo una de las principales preocupaciones para organizaciones de todos los sectores. Los grupos criminales están invirtiendo en el desarrollo de herramientas especializadas capaces de neutralizar soluciones de seguridad avanzadas, como los EDR, que tradicionalmente ofrecen protección frente a técnicas de movimiento lateral, ejecución de malware y exfiltración de datos. El surgimiento de este nuevo «EDR killer», considerado una evolución directa del conocido EDRKillShifter, marca un punto de inflexión: su adopción por múltiples operadores indica que la economía del cibercrimen está apostando por la estandarización y mejora continua de este tipo de arsenales.
Detalles Técnicos
El nuevo «EDR killer» no solo hereda las capacidades de EDRKillShifter, sino que amplía su alcance y sofisticación. Analistas de amenazas han identificado que la herramienta ataca específicamente procesos y servicios asociados a las principales soluciones EDR del mercado (Microsoft Defender for Endpoint, SentinelOne, CrowdStrike Falcon, Sophos, entre otros). Utiliza técnicas como la manipulación directa de memoria (injection y hollowing de procesos), deshabilitación de servicios críticos mediante el uso de comandos nativos de Windows (sc.exe, net stop), y explotación de privilegios elevados para modificar drivers o DLLs protegidos.
Se han asociado a estos ataques los siguientes vectores y TTPs (Tactics, Techniques and Procedures) según el framework MITRE ATT&CK:
– T1562 (Impair Defenses): Desactivación de antivirus/EDR y manipulación de logs.
– T1070 (Indicator Removal on Host): Eliminación de rastros de actividad.
– T1055 (Process Injection): Inyección de código malicioso en procesos legítimos.
– T1547 (Boot or Logon Autostart Execution): Modificación de entradas de arranque para persistencia.
Indicadores de compromiso (IoC) asociados incluyen hashes de la herramienta, rutas de instalación modificadas y eventos inusuales de detención de servicios EDR en Windows Event Logs. Se han documentado variantes empaquetadas para dificultar su detección por YARA o mecanismos heurísticos.
Impacto y Riesgos
El uso de este «EDR killer» por ocho operadores de ransomware tan dispares revela la gravedad del problema. Una vez desplegado con éxito, permite a los atacantes operar con un nivel de sigilo mucho mayor, evadiendo la monitorización y respuesta automatizada de los EDR. Esto incrementa la probabilidad de cifrado masivo, robo de datos y persistencia prolongada en los sistemas comprometidos.
Según análisis recientes, el 68% de los incidentes de ransomware en el primer trimestre de 2024 involucraron algún tipo de bypass o neutralización de EDR. Las pérdidas económicas asociadas a ataques con herramientas de esta naturaleza superan los 450 millones de euros en lo que va de año, según el último informe de ENISA.
Medidas de Mitigación y Recomendaciones
Para contrarrestar estos avances, los expertos recomiendan:
– Implementar segmentación de red y privilegios mínimos para reducir el movimiento lateral.
– Activar mecanismos de protección reforzada en EDR (tamper protection), actualizándolos a la última versión disponible.
– Monitorizar eventos de detención o fallo de servicios de seguridad mediante SIEM y reglas específicas.
– Realizar controles de integridad de archivos de sistema y DLLs.
– Emplear listas blancas de aplicaciones (AppLocker, WDAC).
– Simular ataques con frameworks como Metasploit y Cobalt Strike en entornos controlados para validar la eficacia de los controles.
– Revisar procesos de respuesta ante incidentes y reforzar la formación interna sobre ataques de evasión.
Opinión de Expertos
Especialistas como Marcus Hutchins y la firma Mandiant coinciden en que la aparición de estos «killers» marca un salto generacional en el arsenal de ransomware-as-a-service. “La capacidad de desactivar defensas en tiempo real pone en entredicho la confianza en las soluciones de endpoint como línea principal de defensa. Es vital adoptar un enfoque multicapa y proactivo”, subrayan desde Mandiant.
Implicaciones para Empresas y Usuarios
Desde el punto de vista legal, incidentes de este tipo pueden constituir una violación grave del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y la Directiva NIS2, con la consiguiente obligación de notificación y posibles sanciones multimillonarias. Las empresas deben revisar sus políticas de gestión de incidentes y asegurarse de que los contratos con proveedores incluyen cláusulas de actualización continua de los mecanismos de defensa EDR.
Conclusiones
La rápida adopción de este nuevo «EDR killer» por múltiples grupos de ransomware subraya la necesidad de una evolución continua en las estrategias de defensa. La mera dependencia de soluciones EDR ya no es suficiente: la defensa en profundidad, la monitorización activa y la formación especializada son imprescindibles para hacer frente a amenazas cada vez más sofisticadas.
(Fuente: www.bleepingcomputer.com)
