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Verano: el periodo preferido por los ciberdelincuentes para atacar a empresas españolas

Introducción

El periodo estival supone un reto añadido para los equipos de ciberseguridad de las empresas españolas. Si bien las vacaciones son sinónimo de descanso para la mayoría de trabajadores, para los ciberdelincuentes representan una oportunidad de oro: menos vigilancia, personal reducido y delegación de funciones críticas abren nuevas puertas a los atacantes. La tendencia, lejos de revertirse, se consolida cada año, convirtiendo los meses de verano en la ‘temporada alta’ para incidentes de seguridad, según alertan expertos y firmas del sector.

Contexto del Incidente o Vulnerabilidad

Durante los meses de julio y agosto, organizaciones de todos los sectores experimentan una merma significativa en la operatividad de sus equipos de TI y ciberseguridad. Según datos de la consultora Zerod, el 65% de las empresas reduce sus plantillas técnicas en verano, subcontratando o delegando funciones críticas en personal menos experimentado. Este contexto es aprovechado por grupos de amenazas (APT), ciberdelincuentes y actores de ransomware, que incrementan su actividad en estas fechas, apuntando especialmente a infraestructuras clave, pymes y empresas con baja madurez en ciberseguridad.

Paralelamente, se incrementa la superficie de exposición debido a la proliferación del teletrabajo estival y la utilización de dispositivos personales, muchas veces sin las debidas medidas de protección, lo que facilita campañas de phishing, malware y explotación de vulnerabilidades no parcheadas.

Detalles Técnicos: CVE, Vectores de Ataque, TTP MITRE ATT&CK, IoC

Durante el verano de 2024, se han detectado múltiples campañas dirigidas aprovechando vulnerabilidades conocidas (CVE) no parcheadas en sistemas críticos. Entre las más explotadas destacan:

– CVE-2023-34362 (MOVEit Transfer) y CVE-2024-21412 (Microsoft Exchange): utilizadas para comprometer sistemas de correo y transferencia de archivos.
– RCE en dispositivos de seguridad perimetral (firewalls y VPN): Fortinet (CVE-2023-27997) y Palo Alto Networks (CVE-2024-3400).
– Explotación de vulnerabilidades en sistemas de gestión remota (RMM) y software de acceso remoto, muy extendidos en verano.

Los TTPs observados se alinean con las técnicas MITRE ATT&CK TA0001 (Initial Access) mediante spear phishing y explotación de aplicaciones públicas (T1190), TA0002 (Execution) a través de payloads descargados, y TA0005 (Defense Evasion) usando herramientas como Cobalt Strike, Metasploit y acceso mediante credenciales comprometidas. Los Indicadores de Compromiso (IoC) más frecuentes incluyen dominios de phishing temáticos sobre vacaciones, dropzones para malware en servidores comprometidos y direcciones IP vinculadas a campañas de ransomware-as-a-service (RaaS).

Impacto y Riesgos

El impacto de estos ataques es notable. Según datos de INCIBE, los incidentes reportados por empresas aumentan un 30% de media durante el periodo estival. Las consecuencias van desde la interrupción de operaciones críticas, cifrado de datos (ransomware), robo de credenciales y exfiltración de información sensible, hasta sanciones regulatorias bajo el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y la Directiva NIS2, que endurecen las obligaciones en materia de notificación y gestión de incidentes.

El coste medio de un ciberataque en verano se estima entre 100.000 y 300.000 euros para pymes, pudiendo superar los 2 millones en grandes corporaciones, especialmente en casos de brechas de datos y paradas operativas prolongadas. Sectores como industria, sanidad, administraciones públicas y finanzas figuran entre los más castigados.

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Para mitigar el riesgo durante el verano, los expertos recomiendan:

– Refuerzo de la monitorización 24/7, priorizando la detección temprana de amenazas mediante SIEM y EDR/XDR.
– Actualización de parches críticos antes del inicio del periodo vacacional y revisión de la superficie de ataque externa (pentesting, escaneo de vulnerabilidades).
– Implementación de políticas de least privilege y doble factor de autenticación (2FA) en accesos remotos.
– Simulación de ataques de phishing y concienciación a empleados sobre amenazas específicas del verano.
– Externalización temporal de servicios SOC o uso de servicios gestionados (MSSP) para garantizar la continuidad de la vigilancia.
– Preparación de planes de contingencia y respuesta a incidentes adaptados a escenarios de baja dotación de personal.

Opinión de Expertos

Víctor Ronco, CEO de Zerod, destaca: “El verano es el periodo más crítico para las empresas en términos de ciberseguridad. Los atacantes lo saben y suelen lanzar campañas específicas cuando detectan menor vigilancia o recursos. Es fundamental anticiparse, reforzar los controles y no bajar la guardia en la protección de activos críticos”.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

Para las organizaciones españolas, estos riesgos no son sólo una cuestión técnica, sino también de cumplimiento normativo y reputación. El incumplimiento de las obligaciones establecidas en el GDPR y la NIS2 puede conllevar multas millonarias y pérdida de confianza de clientes y socios. Los usuarios, por su parte, deben extremar la precaución en el uso de dispositivos personales y en el acceso remoto, evitando redes públicas y actualizando regularmente sus sistemas.

Conclusiones

El periodo vacacional sigue siendo el talón de Aquiles de la ciberseguridad empresarial en España. La combinación de menor vigilancia, delegación de funciones y aumento de vectores de ataque exige una estrategia proactiva, basada en la anticipación y la resiliencia. Invertir en formación, tecnología y servicios especializados se revela imprescindible para afrontar una ‘temporada alta’ que cada año es más intensa para los equipos de seguridad.

(Fuente: www.cybersecuritynews.es)