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Equipos rojos y azules: Cómo el Purple Teaming continuo y BAS refuerzan la ciberdefensa

Introducción

La tradicional dicotomía entre equipos rojos (red teams), encargados de simular ataques, y equipos azules (blue teams), orientados a la defensa, ha sido un pilar en las estrategias de ciberseguridad organizacional. Sin embargo, la sofisticación y agilidad de los atacantes modernos desborda esta división, requiriendo enfoques más integrados y dinámicos. Picus Security ha puesto de manifiesto cómo la adopción de prácticas de purple teaming continuo, junto con tecnologías de Breach and Attack Simulation (BAS), está transformando la rivalidad entre red y blue en una defensa adaptativa y validada en tiempo real.

Contexto del Incidente o Vulnerabilidad

Históricamente, los ejercicios de red teaming y blue teaming se han desarrollado de forma aislada y periódica: los equipos rojos simulan intrusiones y técnicas ofensivas, mientras que los azules responden defensivamente, identificando y mitigando amenazas. Sin embargo, este modelo presenta limitaciones claras. Por un lado, los atacantes no operan bajo calendarios ni reglas predefinidas. Por otro, las organizaciones a menudo descubren brechas de seguridad solo tras finalizar los ejercicios, sin validación continua de controles.

En respuesta, el purple teaming –la colaboración estructurada entre red y blue teams– y las soluciones BAS han surgido como tendencias clave. Según un informe de Ponemon Institute, el 59% de las organizaciones europeas reconoce que la falta de colaboración entre estos equipos dificulta la mejora de su postura de seguridad. Los marcos regulatorios como NIS2 y GDPR también exigen validaciones periódicas y efectivas de los controles de seguridad, elevando la importancia de estas prácticas.

Detalles Técnicos

El purple teaming continuo implica la ejecución iterativa y automatizada de ataques simulados, junto con la monitorización de la respuesta defensiva, promoviendo la mejora incremental de la postura de seguridad. Herramientas BAS como Picus Security, AttackIQ, SafeBreach o Cymulate automatizan la emulación de TTPs (Tactics, Techniques and Procedures) basadas en marcos reconocidos como MITRE ATT&CK, permitiendo evaluar la eficacia de los controles (EDR, SIEM, cortafuegos, etc.) en tiempo real.

Por ejemplo, estas plataformas pueden ejecutar cadenas de ataque inspiradas en APTs conocidos, simulando desde el spear phishing inicial (T1566) y la explotación de vulnerabilidades (T1190), hasta el movimiento lateral (T1021) y la exfiltración de datos (T1041). Los indicadores de compromiso (IoC) generados se validan automáticamente en los sistemas defensivos, identificando brechas inmediatas. Además, el uso de frameworks como Metasploit para la ejecución de exploits controlados y Cobalt Strike para simular C2 (Command and Control) permiten una cobertura realista y exhaustiva del ciclo de ataque.

Impacto y Riesgos

La ausencia de validación continua deja a las organizaciones expuestas a amenazas avanzadas y a la explotación de vulnerabilidades no detectadas. Según datos de IBM Security, el 83% de las organizaciones han experimentado al menos un incidente de seguridad en el último año debido a fallos en controles que no fueron debidamente probados. La falta de integración entre red y blue teams puede derivar en:

– Falsos positivos/negativos en la detección de amenazas.
– Procesos de respuesta y contención ineficaces ante ataques reales.
– Incumplimiento de normativas (GDPR, NIS2) y exposición a sanciones económicas (multas de hasta el 4% del volumen de negocio anual en GDPR).
– Pérdidas económicas directas por brechas no detectadas (el coste medio de una brecha de datos en Europa supera los 3,8 millones de euros).

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Para cerrar la brecha entre equipos ofensivos y defensivos, se recomienda:

1. Implementar soluciones BAS que automaticen pruebas continuas sobre los controles de seguridad.
2. Adoptar un enfoque purple teaming estructurado, formalizando la colaboración y el intercambio de inteligencia entre equipos.
3. Mapear las pruebas de seguridad a matrices como MITRE ATT&CK, priorizando la cobertura de TTPs relevantes para el sector y el perfil de amenaza.
4. Integrar plataformas BAS con SIEM, SOAR y EDR para la orquestación y respuesta automatizada.
5. Establecer métricas de ciberresiliencia basadas en la tasa de detección, tiempos de reacción y cierre de brechas.
6. Revisar de forma recurrente la eficacia de los controles ante nuevas amenazas y requisitos regulatorios.

Opinión de Expertos

Raúl Siles, fundador de DinoSec y referente en pentesting en España, señala: “El purple teaming continuo permite a las organizaciones no solo identificar debilidades, sino medir y mejorar la capacidad de detección y respuesta de forma objetiva y repetible. La automatización y la inteligencia compartida entre equipos es ya un requisito para adaptarse al ritmo de la amenaza actual”.

Por su parte, Marta Barrio, CISO en una entidad financiera, apunta: “Hemos reducido en un 60% los tiempos de detección de ataques simulados y elevado la eficacia de nuestros SOCs integrando BAS y ciclos de purple teaming. Es un cambio cultural y tecnológico necesario”.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

La adopción de purple teaming continuo y BAS no es exclusiva de grandes corporaciones. Empresas medianas y sectores críticos (banca, energía, sanidad, administración pública) se benefician especialmente de la visibilidad y rapidez de respuesta que aportan estas prácticas. Además, la validación continua de controles facilita la conformidad con requisitos de GDPR (artículo 32: seguridad del tratamiento) y la inminente NIS2, que exige gestión proactiva del riesgo y pruebas regulares.

Para los usuarios finales, este enfoque se traduce en una mayor protección de los datos personales y la reducción de la superficie de ataque, minimizando el impacto de incidentes y fugas.

Conclusiones

La disolución de fronteras entre red y blue teams, favorecida por la filosofía purple y la automatización de BAS, marca el futuro de la ciberdefensa empresarial. Validar los controles en tiempo real y evolucionar desde la rivalidad hacia la colaboración es clave para anticiparse a las técnicas de los atacantes y cumplir con los estándares regulatorios y de negocio. En un entorno donde la amenaza no descansa, la defensa tampoco puede permitírselo.

(Fuente: www.bleepingcomputer.com)