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La gestión compartida de la seguridad en servicios agenticos: desafíos y mejores prácticas

Introducción

La adopción de modelos de servicios agenticos —es decir, sistemas autónomos que toman decisiones y ejecutan acciones en nombre de usuarios o empresas— está experimentando un crecimiento exponencial en el entorno corporativo. Sin embargo, la seguridad de estos servicios plantea retos significativos, especialmente en lo que respecta al modelo de responsabilidad compartida, un enfoque ya conocido en despliegues cloud pero que sigue generando confusión y lagunas en su implementación práctica entre equipos de ciberseguridad y usuarios corporativos.

Contexto del Incidente o Vulnerabilidad

El modelo de responsabilidad compartida fue popularizado por los proveedores cloud para delimitar claramente qué aspectos de la seguridad recaen sobre el proveedor y cuáles sobre el cliente. En el contexto de los servicios agenticos, este paradigma se vuelve aún más relevante debido a la capacidad de estos agentes para interactuar dinámicamente con infraestructuras, aplicaciones y datos, a menudo sin intervención humana directa. La confusión sobre los límites de responsabilidad y sobre la gestión de riesgos asociados puede conducir a exposiciones críticas, brechas de cumplimiento normativo y erosión de la postura de seguridad.

Detalles Técnicos

Las amenazas asociadas a los servicios agenticos se articulan en torno a varias debilidades técnicas:

– CVEs relevantes: Aunque los servicios agenticos no suelen estar ligados a una CVE específica, se ha observado que vulnerabilidades clásicas como la exposición de credenciales (CVE-2023-34362), escalada de privilegios (CVE-2024-21410) y API inseguras (CVE-2023-37920) son frecuentemente explotadas cuando los agentes operan con permisos excesivos o bajo configuraciones predeterminadas.
– Vectores de ataque: Los atacantes aprovechan principalmente la falta de controles de acceso granular, la ausencia de autenticación multifactor (MFA) en las interacciones entre agentes y sistemas, y la omisión de políticas de monitorización y registro de eventos.
– TTP MITRE ATT&CK: Los grupos APT utilizan técnicas como Credential Access (T1555), Lateral Movement (T1021), y Exploitation for Privilege Escalation (T1068). Además, la automatización inherente a los agentes facilita la explotación de la técnica Initial Access (T1190) vía APIs expuestas.
– IoC: Se han identificado indicadores de compromiso como llamadas API no autorizadas desde IPs externas, patrones anómalos en logs de auditoría y modificaciones no autorizadas en objetos de configuración de agentes.

Impacto y Riesgos

El impacto de una brecha en la seguridad de servicios agenticos puede ser devastador. Según estudios recientes, un 47% de las empresas que utilizan agentes autónomos han sufrido algún tipo de incidente vinculado a permisos mal configurados o a la falta de visibilidad sobre las acciones de los agentes. Las consecuencias incluyen desde filtraciones de datos bajo GDPR, hasta la interrupción de servicios críticos y pérdidas económicas superiores a los 2 millones de euros por incidente. La automatización y autonomía de estos agentes amplifican el radio de acción de cualquier ataque, acelerando la propagación lateral y la exfiltración de información sensible.

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Para mitigar los riesgos asociados, se recomienda:

– Definir límites claros de responsabilidad, documentando qué controles recaen sobre el proveedor del servicio agentico y cuáles sobre el cliente.
– Implementar principios de privilegio mínimo, limitando los permisos de los agentes a lo estrictamente necesario.
– Monitorizar continuamente las actividades de los agentes, empleando soluciones SIEM/SOAR integradas con alertas personalizadas.
– Aplicar autenticación multifactor y firmar digitalmente las comunicaciones entre agentes y sistemas.
– Revisar periódicamente las configuraciones y realizar auditorías de seguridad, asegurando el cumplimiento de normativas como GDPR o NIS2.
– Capacitar a los usuarios y equipos de ciberseguridad en el modelo de responsabilidad compartida, con simulacros y planes de respuesta a incidentes específicos para agentes autónomos.

Opinión de Expertos

Especialistas como Fernando Díaz, CISO de una multinacional tecnológica, señalan: “La principal amenaza no es la tecnología en sí, sino la falta de entendimiento sobre la frontera de responsabilidad. Muchas empresas asumen que el proveedor cubre todo el espectro, cuando en realidad aspectos críticos como la gestión de identidades o la configuración de políticas recae sobre el cliente”.

Por su parte, la consultora ISACA ha publicado recientemente un informe subrayando la necesidad de adoptar frameworks como NIST SP 800-53 adaptados específicamente a entornos de servicios agenticos, enfatizando la importancia del monitoreo continuo y el uso de controles compensatorios.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

Para las empresas, el reto es doble: mantener la agilidad y eficiencia que ofrecen los servicios agenticos sin comprometer la seguridad ni el cumplimiento normativo. Los usuarios corporativos deben comprender su papel activo en la protección de los datos y activos, evitando caer en la falsa sensación de seguridad delegada. Desde el punto de vista legal, el incumplimiento de obligaciones bajo GDPR o NIS2 puede traducirse en sanciones que alcanzan hasta el 4% de la facturación anual global, por lo que la gestión proactiva de la responsabilidad compartida es crítica.

Conclusiones

El modelo de responsabilidad compartida es un pilar fundamental para la seguridad de los servicios agenticos, pero requiere una redefinición y adaptación continua a medida que evolucionan las tecnologías y los vectores de ataque. La concienciación, la formación y la colaboración entre proveedores y clientes son esenciales para cerrar las brechas y proteger los activos digitales en el nuevo paradigma de servicios autónomos.

(Fuente: www.darkreading.com)