La proliferación de datos desprotegidos en OT e ICS: un filón para actores estatales como Volt Typhoon
Introducción
La seguridad de los sistemas de tecnología operativa (OT) y los sistemas de control industrial (ICS) sigue siendo una de las mayores preocupaciones para los responsables de infraestructuras críticas. Sin embargo, la atención tradicional al perímetro y a los activos críticos está dejando de lado una amenaza creciente: la dispersión y el almacenamiento de datos sin monitorización ni control. Este fenómeno, conocido como data sprawl, se está convirtiendo en un objetivo prioritario para grupos de amenazas avanzadas persistentes (APT) respaldados por Estados, como Volt Typhoon, que buscan explotar estas debilidades para obtener ventajas estratégicas y operativas.
Contexto del Incidente o Vulnerabilidad
Las organizaciones que gestionan infraestructuras críticas —desde compañías eléctricas hasta plantas de tratamiento de agua o transporte— han centrado históricamente sus esfuerzos de ciberseguridad en proteger los sistemas OT e ICS, considerados las «joyas de la corona» de su entorno digital. No obstante, según recientes análisis de expertos como Pearce, la proliferación de datos no monitorizados fuera de estos entornos controlados está generando un entorno fértil para la actividad maliciosa. La creciente conexión de OT con IT, la digitalización de operaciones y la adopción de soluciones en la nube han acelerado la creación de silos de datos no inventariados ni protegidos adecuadamente.
Detalles Técnicos
El fenómeno del data sprawl implica la existencia de repositorios de información desatendidos, ubicados tanto en entornos on-premise como en cloud, que suelen escapar a los controles de seguridad tradicionales. Estos repositorios pueden contener desde configuraciones de sistemas SCADA y credenciales de acceso, hasta diagramas de red, registros operativos y datos sensibles de procesos industriales.
Los actores de amenazas estatales, como el grupo chino Volt Typhoon —vinculado a múltiples campañas de intrusión desde 2023—, han perfeccionado técnicas para identificar y explotar estos datos. Según MITRE ATT&CK, sus TTP incluyen la explotación de vulnerabilidades en sistemas perimetrales (T1190), el uso de herramientas “living off the land” (LOLBins) para evitar la detección, y la exfiltración de datos a través de canales cifrados o fuera de banda (T1041).
En el caso de Volt Typhoon, se han documentado ataques dirigidos a infraestructuras estadounidenses donde, tras el acceso inicial mediante explotación de dispositivos perimetrales (como firewalls Fortinet o routers Cisco, CVE-2022-42475, CVE-2023-20082), los atacantes se movieron lateralmente para identificar recursos de datos sin monitorización. Posteriormente, utilizaron herramientas nativas (PowerShell, WMI) y frameworks como Cobalt Strike o Metasploit para exfiltrar información crítica. Los indicadores de compromiso (IoC) habituales incluyen conexiones persistentes desde direcciones IP enmascaradas, modificaciones en logs de acceso y tráfico inusual hacia dominios de command & control (C2).
Impacto y Riesgos
La exposición de datos desprotegidos puede tener consecuencias devastadoras. No solo facilita la planificación de ataques dirigidos a los sistemas OT e ICS, sino que también permite a los atacantes desarrollar ingeniería social avanzada, identificar vulnerabilidades específicas o diseñar ataques a la cadena de suministro. Según informes de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de la Infraestructura (CISA), el 42% de los incidentes graves registrados en infraestructuras críticas en 2023 incluyeron alguna forma de data sprawl explotada por actores avanzados.
El riesgo no es solo operativo, sino también regulatorio. La filtración de información sensible puede suponer graves incumplimientos de normativas como el GDPR europeo o la Directiva NIS2, exponiendo a las organizaciones a sanciones económicas que pueden superar los 20 millones de euros o el 4% de su facturación anual global.
Medidas de Mitigación y Recomendaciones
La gestión del data sprawl exige un enfoque integral y proactivo. Entre las medidas recomendadas destacan:
– Inventario y clasificación continua de datos, incluyendo flujos entre IT y OT.
– Implementación de soluciones de Data Loss Prevention (DLP) y Data Discovery en todos los entornos, on-premise y cloud.
– Supervisión activa de accesos y movimientos laterales mediante SIEM y EDR/XDR, integrando reglas específicas para entornos OT/ICS.
– Refuerzo de la segmentación y el control de privilegios en todos los repositorios de datos.
– Formación continua para el personal sobre riesgos asociados a la manipulación y almacenamiento de información operativa.
– Pruebas de intrusión y ejercicios de Red Team orientados a la identificación de activos y datos no inventariados.
Opinión de Expertos
Para James Pearce, investigador senior en ciberseguridad industrial, “los atacantes estatales como Volt Typhoon han descubierto que la información dispersa y sin protección es el verdadero oro del siglo XXI. La protección perimetral ya no es suficiente; la visibilidad total sobre los datos es crítica”. Otros expertos, como los analistas de Dragos y Mandiant, subrayan la necesidad de adoptar arquitecturas Zero Trust y soluciones de monitorización continua adaptadas a los entornos híbridos IT/OT.
Implicaciones para Empresas y Usuarios
Las organizaciones deben asumir que la frontera entre IT y OT es cada vez más difusa. El desconocimiento sobre la localización y el contenido de los datos no solo incrementa el riesgo de intrusión, sino que dificulta la respuesta ante incidentes y la remediación. Los usuarios deben ser conscientes de que cada archivo mal gestionado puede convertirse en una puerta de entrada para actores maliciosos, comprometiendo la continuidad operativa y la confianza en los servicios esenciales.
Conclusiones
El data sprawl representa una amenaza silenciosa pero creciente para la seguridad de infraestructuras críticas. En un contexto donde los actores estatales elevan el nivel de sofisticación y persistencia, la monitorización, clasificación y protección de los datos dispersos debe convertirse en una prioridad estratégica. Solo así será posible mitigar el riesgo de que información sensible caiga en manos de adversarios capaces de alterar el equilibrio de la ciberseguridad nacional y sectorial.
(Fuente: www.darkreading.com)
