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Mozilla exigirá a los desarrolladores de extensiones de Firefox informar sobre la recopilación y compartición de datos

Introducción

En un movimiento dirigido a reforzar la transparencia y protección de la privacidad de los usuarios, Mozilla ha anunciado que, a partir del próximo mes, exigirá a todos los desarrolladores de extensiones para Firefox que revelen de manera explícita si sus complementos recopilan o comparten datos de los usuarios con terceros. Esta nueva política responde a la creciente preocupación por el uso indebido de datos personales a través de add-ons, un vector de riesgo frecuentemente explotado tanto por actores maliciosos como por empresas que monetizan la información sensible de los usuarios.

Contexto del Incidente o Vulnerabilidad

Las extensiones del navegador, aunque ofrecen funcionalidades adicionales y mejoras de productividad, han sido históricamente una fuente de riesgo para la privacidad y seguridad. En los últimos años, se han documentado múltiples incidentes donde extensiones aparentemente benignas accedían a datos sensibles, como historiales de navegación, credenciales e incluso información financiera, para luego venderlos a brokers de datos o utilizarlos en campañas de publicidad segmentada sin el consentimiento informado del usuario. El problema se agrava cuando estas extensiones se actualizan silenciosamente para añadir comportamientos intrusivos, aprovechando permisos excesivos concedidos durante la instalación inicial.

Detalles Técnicos

Las nuevas directrices de Mozilla afectarán a todas las extensiones distribuidas a través de la tienda oficial de Firefox Add-ons (AMO). Los desarrolladores deberán indicar explícitamente si sus extensiones:

– Recopilan datos personales identificables (PII), como direcciones de correo electrónico, nombres de usuario, localizaciones, etc.
– Comparten cualquier tipo de dato, anonimizado o no, con terceros (por ejemplo, anunciantes, plataformas de análisis o socios comerciales).
– Utilizan frameworks o SDKs de terceros conocidos por realizar tracking, como Google Analytics, Segment, o Facebook Pixel.

Aunque la política no está vinculada a un CVE específico, sí aborda vectores de ataque catalogados en MITRE ATT&CK, como T1086 (PowerShell para exfiltración de datos) y T1119 (collection de datos a través de extensiones de navegador). Mozilla también implementará análisis automáticos y revisiones manuales para identificar indicadores de compromiso (IoC) en el código fuente de las extensiones, buscando patrones de comunicación sospechosa con endpoints remotos o la inclusión de bibliotecas de tracking.

Impacto y Riesgos

Según cifras recientes, hasta un 12% de las extensiones populares de Firefox han estado implicadas en prácticas de recopilación de datos no transparentes en el último año. Esta situación no solo expone a los usuarios a riesgos de privacidad, sino que también puede facilitar ataques de spear phishing, robo de credenciales y campañas de malware, especialmente si los datos acaban en mercados clandestinos. Desde el punto de vista empresarial, el uso de extensiones no auditadas puede constituir una brecha de cumplimiento con regulaciones como el RGPD o la próxima directiva NIS2, exponiendo a las organizaciones a sanciones económicas sustanciales.

Medidas de Mitigación y Recomendaciones

Mozilla recomienda a los administradores de sistemas y responsables de seguridad:

– Auditar regularmente las extensiones instaladas en los endpoints corporativos, restringiendo aquellas que soliciten permisos excesivos.
– Implantar políticas de allowlisting para limitar la instalación de complementos solo a aquellos verificados y aprobados.
– Revisar los informes de transparencia que Mozilla hará públicos, integrando la información en los procesos de gestión de riesgos.
– Sensibilizar a los usuarios sobre los peligros de instalar extensiones no verificadas y fomentar el uso de navegadores en modo restringido o con perfiles diferenciados para actividades sensibles.

Mozilla, por su parte, ha anunciado que las extensiones que incumplan la nueva política serán marcadas con advertencias visibles o eliminadas de la tienda, y ha reforzado sus procesos de revisión automatizada para detectar patrones de exfiltración de datos conocidos.

Opinión de Expertos

Especialistas en ciberseguridad como Javier Santamaría, CISO del sector financiero, consideran que “la medida de Mozilla es un avance significativo. Sin embargo, la autodisclosure tiene limitaciones: los desarrolladores maliciosos pueden falsear declaraciones, por lo que la revisión de código y la monitorización de tráfico siguen siendo imprescindibles”. Por su parte, analistas de amenazas del sector SOC advierten que el riesgo persistirá mientras los navegadores mantengan modelos permisivos de permisos y APIs de extensión.

Implicaciones para Empresas y Usuarios

Para las empresas, esta nueva política implica revisar sus estrategias de gestión de navegadores y reforzar las auditorías internas sobre software de terceros. El cumplimiento con RGPD exige demostrar que los datos personales no se transfieren a terceros sin base legal ni transparencia, y las extensiones han sido históricamente un punto débil. Además, la directiva NIS2, que entrará en vigor en 2024, introduce obligaciones explícitas sobre la gestión de riesgos en software de usuario final, lo que podría incluir sanciones si una filtración se origina por una extensión no declarada.

Para los usuarios finales, la medida aporta mayor visibilidad, pero sigue siendo fundamental revisar los permisos solicitados y limitar la instalación a extensiones imprescindibles y bien mantenidas.

Conclusiones

La decisión de Mozilla de exigir transparencia sobre la recogida y compartición de datos en extensiones de Firefox representa un paso relevante en la protección de la privacidad y la reducción del riesgo de fuga de información. No obstante, el éxito de esta iniciativa dependerá tanto del cumplimiento honesto por parte de los desarrolladores como de la capacidad de Mozilla para auditar y sancionar infracciones. Organizaciones y usuarios deben seguir adoptando un enfoque proactivo en la gestión de extensiones y considerar esta amenaza en sus políticas de ciberseguridad y compliance.

(Fuente: www.bleepingcomputer.com)